La intratabilidad de la luz. Lo Sagrado, Laure.



Lo Sagrado reúne papeles. Poemas, intuiciones y cartas de una mujer que hasta ahora no había sido traducida al castellano. De Laure hay pocos datos y muchos murmullos. Y no se trata de venerar la imposible objetividad de los datos sino más bien de objetar la existencia esos murmullos, de intuir en ella un gesto tan obvio como repetitivo y sin embargo, frecuente. Es poco interesante hablar de ella repitiendo el movimiento de las biografías a medio camino entre la invocación de las instituciones (se casó con, fue amante de, estuvo internada en) y la fatalidad moralista (cayó en el abismo tal, se sumergió en equis). Explicando los textos por las biografías (o a la inversa) se desoye la complejidad del vínculo que hay entre ellos, se aplanan las potencias de los primeros y los misterios de las segundas (o a la inversa). Ese gesto no sólo remite al interés o la sensibilidad estética, sino más bien al terreno de lo espectacularmente político. Hacer autores, hacer personajes, hacer de las vidas (especialmente de las vidas ingobernables) objetos inofensivos e intercambiables en el shopping de la cultura.

De ella se sabe que rechazó su nombre y que firmó sus cartas, papeles y declaraciones como Laure. Laure es entonces el modo en que ha de ser invocada por más que sus detractores y defensores la llamen del modo que ella prefirió abandonar. Nació en Francia en 1903 y allí también murió en 1938 a causa de la tuberculosis. Fue parte de diversas publicaciones y movimientos literarios, poéticos y periodísticos. Laure fue comunista y crítica del comunismo orgánico. Vivió en Rusia entre 1930 y 1931. Entregó el dinero de su herencia a la militancia política. Desde 1933 formó parte del grupo Acephále junto a Georges Bataille y Michel Leiris. Ofreció su cuerpo como ofrenda al dios sin cabeza pero ese ritual no se produjo. Formó parte de Contra-Ataque y del Colegio de Sociología. Sus manuscritos se publicaron luego de su muerte. Hay quienes dicen que ella misma repartió sus escritos entre sus amigos y quienes aseguran que Bataille y Leiris los encontraron tras su muerte. No se duda que quemó gran parte de sus textos antes de morir.

Sólo se podría agregar que su experiencia del amor, del comunismo y de la escritura fue apasionada. Que exploró los caminos del hacer comunidad. Que desde un ateísmo radical llamó Lo Sagrado a ese modo de estar con otrxs. Lo sagrado acontece entonces como intuición intelectual y como percepción corpórea, continuidad del cuerpo individual con el viviente que lo excede, imposibilidad de concepto y potencia del habla.


Laure. Lo Sagrado. Hekht, Buenos Aires, invierno de 2014.
Resultado de la sinergia entre Julio Azcoaga (traductor), la Superabundans Haut (imprenta de tipos móviles), la legión (encuadernación de la edición artesanal) y hekht. Tapas duras, cosido a mano, 11 x 18. Tapas blandas, 14 x 17. ISBN 9789872591427, 128 páginas.