Sobre la aparición sin vida de Gerardo Escobar en el Paraná

por Club de Investigaciones Urbanas



Gerardo Escobar estuvo desaparecido durante una semana. El último lugar en el que se lo vio con vida fue en el oscuro boliche La Tienda, ubicado en Tucumán al 1100, que cuenta con múltiples denuncias de abusos perpetrados por los guardias de seguridad. Varios de ellos son policías en actividad. En la imagen tomada por una cámara de seguridad del boliche se lo ve salir en las primeras horas del viernes 14 de agosto por la puerta principal y dirigirse en dirección a Sarmiento; acto seguido se puede visualizar a tres patovicas caminando detrás de él y, segundos más tarde, a dos mujeres escandalizadas señalando la esquina de Sarmiento (que no entra en el plano). Uno de los patovicas es un policía que estaba cumpliendo adicionales en el boliche.

Ayer viernes 21 de agosto lamentablemente apareció el cuerpo de Gerardo flotando en el río Paraná a la altura del Parque de Urquiza.

En poco más de un mes se cumplirá un año desde que la policía de Santa Fe desapareció, torturó, asesinó y tiró al río al joven Franco Casco. El cuerpo de Gerardo apareció prácticamente en el mismo sector del río, en la zona céntrica de Rosario. La policía, a través de un uniformado cumpliendo adicionales en el boliche, vuelve a estar en el centro de la escena.

Los funcionarios del gobierno provincial con apoyo de los principales medios de comunicación construyeron (y seguirán) durante esta semana de intensa búsqueda el terreno para plantar sospechas y culpabilizar a la propia víctima. Se insistió con que el joven salió del boliche “con un comportamiento errante”, “producto del consumo de alcohol”, también que “tuvo un mínimo altercado con un taxista mientras caminaba algo mareado por Tucumán hacia el este” y que “manoteaba los picaportes de los autos”. También aparecieron datos falsos replicados por los medios. Anoche, todavía sin haber finalizado la autopsia, se apresuraban en descartar que el cuerpo tuviera marcas de violencia.

Quienes participamos de la Multisectorial en pedido de Justicia por Franco y, fundamentalmente, sus familiares, padecimos las permanentes operaciones montadas por los funcionarios Ignacio del Vecchio, Raúl Lamberto y el entonces fiscal Guillermo Apanowicz. El mismo día que lamentablemente apareció sin vida, los funcionarios declaraban que se lo había visto deambular pidiendo alimentos y ropa en una iglesia. Lo mismo en el caso de la policía cuando afirmó que lo habían levantado en la calle porque se lo notaba “perdido en tiempo y espacio”.

Las figuras de cuerpos jóvenes apareciendo sin vida en las aguas del río sacan a la luz un inconsciente de desapariciones y asesinatos muy caro para la historia reciente de nuestro país. Rosario se ha transformado en una ciudad oscura y siniestra, teñida de sangre joven. El lenguaje de la violencia se ha extendido a todos los rincones sociales, con las fuerzas de seguridad ocupando un rol protagónico bajo el amparo del poder político. La impunidad se ha naturalizado. Desde el 2014 una pedagogía del terror encuentra en el Paraná su peor escenario.

Ahora más que nunca reivindicamos la lucha política, colectiva, para transformar esta cruenta realidad que se lleva la vida de tantos pibes y pibas. Repudiamos la operación de los medios cuando se transforman en voceros de las fuerzas de seguridad y el poder político. Y exigimos justicia por Gerardo Escobar.

Rosario, 22 de agosto de 2015