Sobre Plurinacionalidad y Vivir Bien/Buen Vivir..., de Salvador Schavelzon
Alejandra Santillana Ortiz
A lo largo de las últimas décadas, dos movimientos
indígenas andinos, el ecuatoriano y el boliviano, plantearon la necesidad de
transformar el Estado, denunciando su carácter uni nacional, colonial y
oligárquico (Ospina, 2000). Los pueblos y nacionalidades indígenas mostraron el
carácter deEstadoseregidossobre un pacto colonial, que a lo largo de todo el
periodo republicano levantaron un complejo sistema de dominación y explotación.
El Estado colonial fue la forma que adquirió el capitalismo periférico y
dependiente en las sociedades andinas como orden y hecho fundante. La
conformación de organizaciones indígenas (sindicatos, organizaciones
campesinas, confederaciones y federaciones) ha estado alimentada por demandas
de reconocimiento, justicia, tierra y territorio (Santillana y Herrera, 2009).
Fue hacia la década de los 80 y 90, con la instauración del paquete de
programas de ajuste estructural y el intento de las elites nacionales
articuladas con el capital global de configurar un orden que maximice sus
ganancias; que los movimientos indígenas de Ecuador y Bolivia levantan la
bandera de la plurinacionalidad.
Este proyecto político articulado a demandas
territoriales, populares y productivas, mostró la gran capacidad de las
organizaciones indígenas para combinar exigencias al Estado uni nacional, y
mostrar una alternativa para las sociedades andinas. A partir de ese momento y
como parte de la dinámica de las movilizaciones y levantamientos, la propuesta
de Estado plurinacional se vuelve central en el proyecto programático del campo
popular y la izquierda y durante estas décadas de movilización, los movimientos
indígenas desarrollan la capacidad de representar e integrar luchas
democráticas, sociales y populares.
La concreción y riqueza de los procesos
constituyentes permitió la aprobación del carácter plurinacional de los estados
ecuatoriano y boliviano; que sumada a la definición de Buen Vivir y Vivir Bien,
respectivamente, alumbraba un nuevo momento posneoliberal y aparentemente, de
descolonización liderado por los gobiernos progresistas de Rafael Correa y Evo
Morales. Con el pasar de los años, estos gobiernos se alejaron de los
postulados democráticos y de transformación profunda, que sumados a la
concreción de proyectos de modernización capitalista y de continuidad de
patrones de acumulación extractivista, rentista y dependiente se sostuvieron en
dinámicas autoritarias y de deslegitimación de la protesta social, pero con un
amplio respaldo popular (Ecuador) y organizativo (Bolivia).
Plurinacionalidad y Vivir
Bien/Buen Vivir. Dos conceptos leídos desde Bolivia y Ecuador, se publica en 2015, año
crucial para el futuro de los gobiernos progresistas en la región. La creciente
conflictividad por la aplicación de sus proyectos políticos rentistas,
extractivistas y capitalistas, y la caída en los precios de las materias
primas, se ve acrecentada por la acción de organizaciones indígenas, populares
y sociales que cuestionan el carácter de “transformación” de estos procesos.
Estos cambios en la época, han sido expresados por la literatura crítica, que
ha propuesto dos narrativas: una crisis de la hegemonía progresista (Modonessi,
2015) o un fin de ciclo del populismo progresista (Svampa, 2015).
La investigación realizada por
Salvador Schavelzon llega precisamente en una etapa en donde la caracterización
de los procesos progresistas requiere estar acompañada por la recuperación de
conceptos, que revelan mundos e interpretaciones de la totalidad situada y que
constituyeron en ejes de los proyectos políticos de movimientos indígenas en
ambos países. Y es que a pesar de
las importantes movilizaciones en contra de los gobiernos progresistas, las
organizaciones indígenas, populares y sociales no han logrado construir una
dinámica sostenida y una alternativa política que supere el progresismo como
proyecto nacional. La pregunta sobre el tipo de nucleamientoque
permitiría una articulación más estable entre varios sujetos capaces de
mantenerla, sigue manteniéndose como principio de unidad más allá del
progresismo.
Si el progresismo configuró una opción
posneoliberal y se fue estableciendo como proyecto hegemónico, en algunos casos
como en Ecuador como disputa interburguesa, de representación interclasista y
de modernización capitalista (Unda 2013; Saltos, 2015) y en otros como
expresión de capitales emergentes y viejos sectores del capitalismo rentista
(Webber, 2015) bajo un proyecto mestizo con representación indianista; el
proceso de desgaste y su respuesta autoritaria, el retorno a salidas que no
modifican el patrón de acumulación interno y la sistemática deslegitimación,
judicialización y criminalización de la protesta, coloca nuevamente, la
pregunta por la hegemonía.
Si bien el Estado adquiere una centralidad y se
legitima como único nucleamiento posible, queda aún latente si es que estos
nuevos proyectos progresistas logran representar en la promesa de la nación al
conjunto de la sociedad, tanto en su dimensión política como en sus dimensiones
cultural, territorial y económica. Este libro contribuye a mostrar de manera
sistemática y profunda, que la propuesta construida por los movimientos
indígenas contempla la interpelación de representación de lo común que no es ya
la pretensión homogenizadora del estado nación moderno, pero tampoco la
diferencia posmoderna surgida en el seno del neoliberalismo. Es el desafío de
lo común en el contexto de la heterogeneidad; la superación de la colonialidad,
sexualización y la racialización de la relación entre sujetos y mundos a través
de la construcción de un sistema político capaz de articular modos distintos de
organización del mundo más allá de la colonialidad capitalista patriarcal. La
plurinacionalidad y el VB/BV permite el entendimiento de la naturaleza como
sujeto, no como exterioridad y objeto de explotación y explotación; pero al
mismo tiempo es la configuración política de aquellos sujetos equiparados con
la naturaleza: pueblos indígenas y también las mujeres.
El análisis que realiza el libro en categorías como
autonomía (principio central) permite descentrar el Estado como única formación
histórica y mostrar la potencialidad de pueblos y nacionalidades en la
conformación de otras comunidades políticas. La plurinacionalidad se
constituye en una crítica a la nación como única comunidad política, y permite
a su vez, articular la plurinacionalidad como proyecto político con otras
formas de organización, otras experiencias de relacionamiento no ancladas a la
nación, otras
comunidades políticas y de producción/reproducción.
Finalmente, la genealogía de la plurinacionalidad y
de otros horizontes societales (Vivir Bien y Buen Vivir) en contextos
posneoliberales y de narrativa progresista, devuelven al debate teórico y
político la pregunta por el problema de lo nacional y la nación, articulando
una crítica a la modernidad capitalista. Este libro es sin duda un acierto,
porque le otorga vigencia y pertinencia a distintos modos de vida (mundos) en
contextos de transformación y cambios de época. Constituye un análisis
fundamental para la memoria a mediano y largo plazo de alternativas surgidas en
los contextos andinos, y es también una herramienta para fortalecer proyectos
políticos que superen la narrativa progresista en contextos de crisis y
desgaste.
***
Bibliografía
Modonessi, M. (2015). Fin de la hegemonía
progresista y giro regresivo en América Latina. Una contribución gramsciana al
debate sobre el fin de ciclo”.Viento Sur núm. 142, Madrid, octubre
de 2015.
Ospina, P. (2000). Reflexiones sobre el transformismo: movilización
indígena y régimen político en el Ecuador (1990-1998). En J. Massal, y M.
Bonilla (Eds.) Los movimientos sociales en las democracias andinas (pp.
125-146). Quito: FLACSO – IFEA.
Saltos, N. (2015). Momento estratégico. Línea de Fuego
http://lalineadefuego.info/2015/10/13/momento-estrategico-por-napoleon-saltos-galarza/
Santillana, A. y Herrera, S.(2009). Génesis, experiencia, transformación
y crisis del movimiento indígena ecuatoriano. En América Latina desde
abajo. Experiencias de luchas cotidianas. Quito: Abya-Yala.
Svampa M.,(2015). América Latina: de nuevas izquierdas a populismos de
alta intensidad. Memoria núm. 256, México, noviembre de 2015.
Unda, M. (2013). Modernización del capitalismo y reforma del Estado. En
Varios Autores. Correismo al desnudo. Quito: Montecristi Vive.
Webber, J.(2015). Teatro político en Bolivia. Revista
Herramienta Nº 56, Otoño de 2015 - Año XVIII.
(Fuente: http://corpusarchivos.revues.org/)