El mejor hotel de Europa // Alioscia Castronovo




No tiene pileta, ni minibar: el mejor hotel de Europa se destaca por la solidaridad y la autogestión con los refugiados. Se trata del histórico City Plaza Hotel, ubicado en el centro de Atenas. Tras convertirse en un símbolo de la crisis griega por haber sido cerrado y abandonado por sus dueños, se transformó en un espacio de vivienda digna para casi cuatrocientos refugiados.

Mientras Europa militariza sus fronteras externas y clausura las internas para el paso de los migrantes, en los últimos tres meses miles de refugiados se han quedado encerrados en Grecia, Italia o Francia. Quienes se escapan desde guerras y pobreza creadas por las políticas occidentales son imposibilitados de continuar su viaje hacia los países que eligieron como destino.

En ese contexto, las experiencias concretas de solidaridad, apoyo y de organización política desde y con los refugiados se han multiplicado en las fronteras internas y externas de la Unión Europea (UE). Entre estas iniciativas podemos nombrar los acampes solidarios en Calais, entre Inglaterra y Francia, en Ventimiglia, entre Francia y Italia, y en Idomeni o Lesvos en Grecia. Como ha sucedido los ataques racistas y la represión policial.

Hay dos tendencias que se destacan en ese contexto: la primera tiene que ver con el aumento del racismo y la xenofobia y con la políticas de militarización de las fronteras. Esta política se expresa en las patrullas de la OTAN y de Frontex (Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores) que se multiplican en el mar Mediterráneo, ya trasformado en un cementerio a cielo abierto donde pierden la vida en la indiferencia miles de hombres y mujeres. La segunda, tiene que ver con las oleadas de movilizaciones por los refugiados y con los refugiados, que en estos meses están abriendo brechas solidarias.

Así, en los últimos meses han surgido en Atenas cinco nuevos espacios ocupados y autogestionados por activistas, ciudadanos solidarios y migrantes. En el impasse político después del memorándum aprobado por Syriza, los movimientos sociales están fortaleciendo sus acciones afirmando la autorganización y la solidaridad como practicas cotidianas para el cambio social.

En este contexto, Grecia es escenario marchas y acampes en los que participan miles de activistas locales y provenientes desde otros países europeos. Eventos y espacios con actividades muy variadas como charlas y conciertos, asambleas y debates, para construir estrategias de lucha contra el racismo que va en ascenso y el régimen militar en las fronteras. También incluyen movilizaciones para reivindicar la libertad de tránsito y rechazar las políticas migratorias europeas que se llevarán adelante a fines de julio en las dos principales ciudades, Atenas y Tesalónica, como así también en las fronteras con Macedonia y Turquía, frente a los puestos migratorios de identificación y de expulsión de migrantes.

El hotel ocupado City Plaza, es autogestionado por refugiados y activistas solidarios. Ubicado en la calle Acharnon 78 en Atenas, las historias, las palabras y las prácticas solidarias que se llevan adelante en este lugar desde el pasado 22 buscan visibilizar y promocionar nuevas invenciones creativas que surgen en momentos de crisis.


La “Iniciativa solidaria por refugiados políticos y económicos” lleva adelante este trabajo social donde viven 385 personas migrantes entre los cuales 180 son niños y niñas. “Cada familia, elegida en base a los problemas previos que tuvo que enfrentar, se hospeda en un cuarto propio”, según describe la Iniciativa Solidaria. Además, todos los habitantes tienen derecho a un desayuno, almuerzo y cena y reciben productos higiénicos, de limpieza y otros productos esenciales para vivir de manera digna. Casi todo está garantizado por la solidaridad popular, como así también por donaciones.

Para organizar la convivencia hay equipos mixtos entre los habitantes y los activistas solidarios que se encargan de la limpieza, la cocina, la seguridad y la educación – a la que asisten los niños y niñas-. También llevan adelante un ambulatorio popular y gestionan de manera conjunta la comunicación y difusión de la experiencia. Todas estas tareas se organizan en asambleas semanales donde todos participan.

“El espacio de vivienda para refugiados City Plaza es basado sobre el principio de acogimiento digno para refugiados, frente a la situación que mas de cincuenta mil refugiados viven en Grecia”, establece un comunicado de Iniciativa Solidaria. Y agrega: “Frente a las terrible condiciones de vida en los ‘centros de acogimiento’ estatales que están dispersos en el campo, se propone una alternativa digna para la convivencia en las ciudades”.

Iniciativa Solidaria se posiciona con respecto a las ocupaciones: aunque no creen que es la solución al problema, puede ser un medio través del cual reivindicar derechos y dar visibilidad a una problemática que necesita una solución digna que incluya a todos los migrantes.

“Sin dudas, el vergonzoso convenio entre la UE y Turquía, y la sumisión del gobierno griego a esa voluntad a través de la activa colaboración con el gobierno de este país, ha generado que las condiciones de vida de los refugiados sean cada día peores”, agrega el comunicado. “Nosotros seguimos creyendo que la lucha para el derecho a la libre circulación y para que se abran las fronteras tiene que ser coordinada a nivel europeo, en contra de las políticas de la Unión Europea”, continua.


La Iniciativa Solidaria convoca a enfrentar esta situación en todos los países de Europa, replicando experiencias similares a la del City Plaza. Sin embargo, son conscientes que es tan sólo una solución inmediata a una problemática más profunda y extensa. En conclusión, convocan a la unidad de todas las experiencias organizativas antirracistas a la creación de redes para articular las prácticas solidarias con los refugiados.

La experiencia del hotel City Plaza da cuenta de la profunda solidaridad que existe en el pueblo griego, sumada a la capacidad organizativa adquirida en los últimos años. Hoy, son el primer pueblo europeo en denunciar las acciones racistas de la UE con las poblaciones migrantes que este organismo genera, al promover guerras y ataques económicos en Medio Oriente y África. Los griegos conocen de estas políticas diseñadas en Bruselas de las cuales también son víctimas.


(Fuente: Dinamopress)