Reivindicar Arsenal // Diego Valeriano
Reivindicar
a ella sin dudas, reivindicar la exaltación del consumo, el amor y el viaje
desde cada barrio del conurbano. Reivindicar que ella puede, que se atraganta
Leuco, lo que puede un cuerpo, que Duran Barba sonríe, que las Madres la
quieren. Reivindicar las texturas, colores, entusiasmo y olores de esos
cuerpos. Reivindicar todo, a pesar de las diferencias de una tribuna VIP de
millonarios y un campo lleno de casi runflas que no llegan a fin de mes.
Reivindicar
que no hace tanto había motitos por todos lados, cuotas, Cocas chorras, plata
en cada movilización, laburantes volviendo al barrio, bolsones de arena en la
vereda. Reivindicar los chizitos en lugar de las tutucas y que no se podía
conseguir un puto salón de fiestas para un 15 sino lo reservabas con tiempo.
También que si ibas el sábado ya no había asado, el aire prendido a 23 toda la
noche, navidad en Santa Teresita, pedir empanadas seguido, los múltiples
subsidios, los senegaleses enfrentando a la Federal y a los pibes mirando con
desdén a la bonaerense. Reivindicar los
nuevos derechos, a los becarios del Conicet buscando el verdadero color de
bandera. Y ante todo reivindicar que no quedan dudas de que el consumo libera.